Es bien conocido que el ritmo circadiano de melatonina, que presenta un máximo o acrofase hacia las 3 AM en la población humana, sirve para sincronizar las funciones del organismo a un ciclo de 24 horas, como los ritmos endocrinos, sueño/vigilia, actividad/reposo, etc. Este ritmo de melatonina depende a su vez de una oscilación periódica del reloj biológico central, una estructura de unas 300 neuronas que se encuentra en unos núcleos del cerebro, llamados núcleos supraquiasmáticos. El reloj biológico oscila con un período de 24 h sincronizado con el fotoperiodo, dependiente de esta alternancia luz:oscuridad cada 24 horas. Por eso, el reloj biológico induce la producción rítmica de melatonina, que presenta su máximo por la noche, repitiéndose cada día a la misma hora. De esta forma indirecta, a través del ritmo de melatonina, las funciones del organismo se sincronizan también a 24 horas. Ello indica la importancia de mantenernos en oscuridad por la noche, ya que la luz inhibe la producción de melatonina.
Se había demostrado que un tipo de receptor de la melatonina, el MT1B, que pertenece al grupo de receptores que presentan 7 dominios trasmembrana, está presente en los islotes pancreáticos humanos, responsables de la producción de insulina. Se había visto también que estos receptores de melatonina están aumentados en la diabetes tipo 2. El año pasado se pudo revelar que un polimorfismo especial (el rs10830963) del gen que codifica este receptor, constituye un factor de riesgo para la aparición de la diabetes tipo 2 (Xia Q, y colb. Plos One 2012; 7: e50107). Recientemente, la implicación de la alteración de la melatonina en esta enfermedad recibe un mayor impulso, al demostrarse que el déficit de producción de melatonina se asocia a un elevado riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 (McMullan y colb. JAMA 2013; 309:1388-1396).
Estos estudios empiezan a poner en valor la importancia real de la melatonina como un factor que actúa modulando todas las funciones del organismo, manteniendo la homeostasis del mismo. Las alteraciones de su producción nocturna se asocian a patologías severas, lo que nos lleva a indicar la importancia de un buen período de sueño nocturno, así como el mantenimiento de una actividad día/noche adecuada. El exceso de luz o contaminación lumínica que existe en prácticamente todas las ciudades del mundo, está causando un déficit crónico de melatonina que se empieza a asociar cada vez más con diferentes patologías, como es la que hoy presentamos aquí.