• 958 241 000 - ext.20169
  • Avenida del Conocimiento s/n 18016, Granada
  • info@institutodemelatonina.com
  • 958 241 000 - ext.20169
  • Avenida del Conocimiento s/n 18016, Granada
  • info@institutodemelatonina.com

La teoría mitocondrial del envejecimiento: más viva que nunca

Uno de los problemas más importantes del envejecimiento es la pérdida de masa muscular esquelética, que da lugar a caídas frecuentes en la persona mayor y reduce su capacidad física. 

La pérdida de masa muscular o sarcopenia es uno de los signos que acompaña a la fragilidad, un síndrome clínico de la persona mayor asociado a los déficits físicos y también cognitivos que favorecen su situación de dependencia.

No están claras las causas de la sarcopenia, pero es un proceso que se acompaña de inflamación en el músculo, y estrés oxidativo. Esos datos nos hicieron sospechar que detrás de la sarcopenia podría haber una disfunción mitocondrial que, además de aumentar la generación de radicales libres, reduce la producción de ATP, la forma de energía que usa la célula para todas sus funciones, incluyendo la regeneración muscular.

Para probar nuestra hipótesis, analizamos en ratones desde 3 hasta 24 meses de edad, los cambios morfológicos, histoquímicos, capacidad muscular, y función mitocondrial en el músculo esquelético y cardíaco. Nuestros resultados demostraron que a partir de los 12 meses de edad (unos 40 años en el ser humano), aparecen ya los primeros signos de pérdida de fibras musculares, que se puede considerar el inicio de la sarcopenia. A los 24 meses de edad (unos 80 años en el humano), los efectos son muy claros: reducción de fibras musculares, disminución de la capacidad locomotora, es decir, de fuerza física, y pérdida de mitocondria al tiempo que las que quedan están muy dañadas e incapaces de producir ATP normalmente. Esos cambios se acompañan de inflamación y estrés oxidativo. Los estudios por resonancia magnética corroboran completamente esos datos.

Ya que la melatonina estimula la función mitocondrial para producir ATP y reducir la formación de radicales libres y la inflamación, administramos melatonina a los ratones de 10 a 12 meses de edad, y de 22 a 24 meses de edad solamente. En el primer caso previene la sarcopenia y, lo más importante, en los ratones viejos que ya tienen sarcopenia, dos meses de administración de melatonina fueron suficientes para recuperar la masa muscular y normalizar la función física de los ratones.

Esos resultados confirman una vez más la teoría mitocondrial del envejecimiento, y proponen a la mitocondria como causante principal de la sarcopenia, al tiempo que avalan el uso de la melatonina no solo para prevenir esos procesos ligados al envejecimiento, si no también para recuperar una función muscular ya reducida.