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La melatonina es buena; los antioxidantes no tanto

Desde esta web, y en los numerosos congresos y conferencias en los que participamos e impartimos, decimos que el uso excesivo de antioxidantes es malo. Hablamos de los antioxidantes exógenos, como las vitaminas E y C, incluso la vitamina A, la N-acetilcisteína (NAC), etc., que desde hace muchos años se recetan en dosis elevadas y tratamientos crónicos.

Ya han aparecido muchos estudios revisando los resultados de su uso abusivo, y todos indican que este mal uso de los antioxidantes exógenos favorecen distintos tipos de cáncer y de enfermedades neurodegenerativas. Ahora, se publica un nuevo estudio de Le Gal y colbs. (Science Translational Medicine 2015; 7:308re8), llamando la atención sobre alguno de ellos, en concreto la NAC y la vitamina E, que cuando se administran a ratones, aumenta el número de metástasis de un tumor primario, en este caso melanoma.

Todo ello apunta a que los antioxidantes de los que hablamos, que son necesarios para nuestro organismo tomados en dosis adecuadas, que son las que se encuentran en una alimentación saludable (dieta mediterránea), también son tóxicos si abusamos de ellos. No hay que ingerir más antioxidantes que los de la dieta. Aquella falacia que dijo en su momento Linus Pauling, premio nobel de medicina, de que hay que tomar más de un gramo diario de vitamina C, es una barbaridad, y lo único que indica es que el desconocimiento es muy atrevido, aunque venga de un científico de su talla. Sólo cuando se demuestre una carencia de vitaminas en el organismo, es cuando se pueden administrar suplementos, pero a las dosis recomendadas, nunca suplementos con mega dosis y de manera crónica.

¿Qué ocurre entonces con la melatonina? Hemos dicho muchas veces que es un antioxidante, pero también que es mucho más que un antioxidante. Cuando tomamos antioxidantes exógenos (vitaminas y similares) lo que conseguimos es frenar los sistemas de defensa endógenos del organismo, y provocar un estado hiperreducido, que es el ambiente óptimo para el desarrollo del cáncer. Eso es así porque los radicales libres, si bien son dañinos para las células, también son moléculas importantes de regulación celular; por eso nunca debemos disminuir exageradamente dichos radicales. Por el contrario, si tomamos melatonina, que es una hormona que produce nuestro organismo, lo que hace es regular los sistemas endógenos de defensa, adecuándolos a las necesidades del organismo en cada momento. Por eso hablamos de la melatonina como la encargada de la homeostasis de nuestra fisiología; nunca va a ir en contra del estado normal de salud. Al contrario, la melatonina está para vigilar que el organismo esté saludable. Por tanto, la suplementación con melatonina favorece la capacidad de defensa del organismo en todas circunstancias, sin llegar a seleccionar los radicales libres, manteniendo al organismo en el estado llamado de equilibrio oxidativo, es decir, un adecuado balance entre niveles de radicales libres y de sistemas antioxidantes. De ahí los efectos neuroprotectores y oncostáticos, además de muchos otros que hemos comentado en diferentes ocasiones, de la melatonina.